martes, 12 de mayo de 2009

Un duro palo

     Ayer abrí uno de los botes que tenía en la nevera de Austr. gymnoventris. Era un bote de los de "receta nueva" con la turba con los huevos al fondo del bote, luego más turba bien apretada, creando presión y condiciones anaerobias. El bote lleno hasta arriba de turba para que no hubiese aire. Y el tapón bien enroscado y con un protocolo de reapriete para evitar que la espuma selladora tomara holgura. Al ser en estas condiciones no lo había almacenado en la nevera de 4ºC sino en la de 15ºC.

     El origen de estos huevos era una pareja mantenida en una cubeta al exterior en condiciones semi-salvajes y que había sido alimentada con larva roja congelada, artemia viva adulta, dafnia viva adulta y gammarus vivos.

     Al observar la turba que contenía originalmente los huevos he encontrado un buen número de éstos blancos, y no he conseguido apreciar ninguno incubado o en buen estado.

     El que toda la estrategia de conservación de huevos quede en duda supone un duro palo para mí, pues la consideraba una línea maestra en mi killifilia. De todas formas se trata sólo de un intento particular fallido, que deberá de ser corroborado por la apertura de otros botecitos.

     De momento voy a agotar todos los botes de gymnoventris, pues tengo ganas de tener esta especie en forma de pez, así como Austr. luteoflammulatus y Austr. cheradophilus.

     No niego la pesadumbre que me produce, pero si el método no es el éxito que desea, haré lo que tantos científicos han hecho al encontrarse en una vía muerta, abandonarla y buscar otra línea de trabajo. Quizá la turba no deba de estar tan hidratada, ni tan compacta, y la temperatura únicamente sea el factor clave. Pensaré en todo esto.

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